Un vertido de crudo pone en jaque el paraíso de las islas Mauricio.
El color azulado de las aguas de las paradisiacas Islas Mauricio se ha teñido de un oscuro y denso color negro característico del crudo. El responsable es el MV Wakashio, un barco japonés que, durante una travesía a Brasil, encalló en las costas de la isla el 25 de julio y, como consecuencia, comenzó a verter las más de 200 toneladas de diésel y 3.800 toneladas de petróleo que portaba en su interior.
No obstante, el vertido no se inició en el mismo momento del incidente, sino que comenzó cuando se observó este pasado jueves la presencia de una fisura en el casco del barco, tras uno de los análisis del Gobierno local. Desde entonces, se confirmaron los peores presagios.
Casi tras confirmar la noticia, se comenzaron a avistar las primeras manchas sobre las aguas que conquistaron las costas de la conocida isla de Pointe d’Esny impulsadas por las corrientes y la fuerza del viento.
Para el Gobierno de las islas fue la excusa más que suficiente para declarar el “estado de emergencia ambiental”, ya que en esa localización se ubican algunos de los tesoros marinos más valiosos de la humanidad.
Por ejemplo, hablamos del parque marino Blue-Bay, un espacio de gran valor ecológico y turístico que ya ha empezado a recibir trazas del vertido y que, de contaminarse, supondría un enorme desastre para Mauricio.
Lo mismo se teme para la isla de los Aigrettes, un espacio recientemente rehabilitado para la fauna que alberga especies endémicas de camaleón y otros reptiles mauricianos y que está situada a solo unos cientos de metros al norte de la zona del naufragio.
De contaminarse por completo, se tirarían por tierra los más de 15 años invertidos en la rehabilitación de estos espacios naturales, tal y como comentó Mokshanand Sunil Dowarkasing, asesor ambiental en Mauricio y exresponsable de estrategias de la organización de protección medioambiental Greenpeace África.
«No estamos preparados para combatir una crisis ecológica como esta en una isla pequeña. Se trata de un ecocidio. Nuestra tarea ahora es tratar de recuperar al máximo la isla», lamentó Mokshanand Sunil Dowarkasing.
Ante la responsabilidad de la situación, el gobierno de Japón anunció este domingo que enviaría un equipo de seis expertos para ayudar en el desastre medioambiental. Sin duda, un golpe de suerte para el gobierno de las islas, que se vio obligado a pedir ayuda a Francia ante su falta de experiencia para desencallar barcos varados.
«Mientras que la biodiversidad esté en peligro, habrá urgencia en actuar. Francia está allí, al lado del pueblo mauriciano. Podéis contar con nuestro apoyo, querido Pravind Jugnauth. Desplegamos desde ya equipos y material desde La Reunión», contestó Enmanuel Macron, presidente de la república francesa, a través de la misma red social.
De hecho, gracias a la ayuda nacional e internacional, Mokshanand Sunil Dowarkasing confirmó que se logró mitigar en cierta medida el avance de las manchas negras sobre sus costas, aunque no fue suficiente.
Ahora, la prioridad del Gobierno local es tratar de vaciar al completo los tanques de combustible para evitar que más crudo acabe en el océano, en este suceso que ya ha sido clasificado como uno de los peores que ha vivido el país.
«Es uno de los desastres ecológicos más graves en la isla y ha ocurrido en la mayor albufera y una de las más hermosas del país. El derrame de petróleo ya ha llegado a nuestra costa y puedo decir, por mi experiencia, que esta zona ya no va a ser lo que era. Ya la hemos matado, tardará alrededor de cien años en volver a ser lo que era”, explicó Mokshanand Sunil Dowarkasing.
Comentarios
Publicar un comentario